ALIMENTOS FUNCIONALES I. CONCEPTOS BÁSICOS
¿QUÉ SON LOS ALIMENTOS FUNCIONALES?
Según Goldberg («Functional Foods: Designer Foods, Pharmafoods, Nutraceuticals», Israel; 1994), un alimento funcional (AF) es “aquel alimento o ingrediente alimenticio que tiene un efecto positivo sobre la salud del individuo, y su realización física y/o mental, en adición a su valor nutritivo básico”. Los beneficios atribuidos a los alimentos funcionales son:
- Mejora del estado de salud y bienestar, es decir, tienen un efecto fisiológico beneficioso.
- Prevención de enfermedades, al actuar sobre los factores de riesgo que las provocan.
Para que un alimento se considere funcional, debe cumplir una serie de requisitos:
- Sus propiedades beneficiosas deben estar demostradas con una base científica.
- El componente alimenticio responsable de los beneficios, debe estar identificado y cuantificado respecto a sus propiedades físicas y químicas.
- Ha debido ser evaluado en humanos en relación a cómo se absorbe y metaboliza en el organismo.
- Debe ser efectivo en todos los miembros de un grupo de población: grupos de edad, sexo, constitución, etc.
- Debe mantener las características propias de un alimento. No pueden ser píldoras, cápsulas o comprimidos, sino que tienen que integrarse en la alimentación habitual.
La normativa varía dependiendo de los diferentes países. Por ejemplo, en Japón es imprescindible que sean de origen natural, mientras que, en EEUU o Europa, se incluyen también alimentos procesados a los que se les han añadido o quitado ciertos componentes mediante ingeniería genética o biotecnología.
¿QUIÉN DEBE Y QUIÉN PUEDE CONSUMIRLOS?
Los AF deben consumirse dentro de una dieta equilibrada y en las mismas cantidades en las que habitualmente se consumen el resto de los alimentos.
Pueden formar parte de la dieta de cualquier persona, pero, además, están especialmente indicados en personas con necesidades nutricionales especiales, como embarazadas, niños, personas mayores, con estados carenciales, con intolerancias alimentarias, o aquellas con alguna enfermedad (hipertensión, osteoporosis, diabetes, etc.)
TIPOS DE ALIMENTOS Y COMPONENTES ALIMENTARIOS FUNCIONALES
Según el origen de los alimentos diferenciamos entre:
- Alimentos de origen vegetal
- Alimentos de origen animal
Alimentos de origen vegetal
Dado su origen vegetal se llaman también sustancias fitoquímicas. Entre los más importantes tenemos:
- La avena
- La soja
- Semillas de lino
- Tomate
- Ajo
- Brócoli y otras crucíferas
- Cítricos
- Té
- Vino y uva
- Aceite de oliva
- Alimentos diversos que contienen oligosacáridos que forman parte de la fibra vegetal (se consideran prebióticos)
- Alimentos diversos que contienen fitoesteroles (esteroles vegetales), con propiedades para disminuir el colesterol.
Alimentos de origen animal
Algunos de estos alimentos son:
- Pescado (sobre todo azul), por su contenido en ácidos grasos omega 3
- Productos lácteos, por su contenido en calcio, ácido linoleico, esfingolípidos y ácido butírico. Y especialmente los fermentados por contener probióticos, beneficiosos en el balance de la flora intestinal.
- Ternera, por contener ácido linoleico conjugado (ALC), un ácido graso con propiedades anticancerígenas.
ALIMENTOS FUNCIONALES NATURALES Y MODIFICADOS
Los AF naturales contienen propiedades beneficiosas por sí mismos: tomates, brócoli, yogures, pescado, etc.
Los AF modificados pueden ser muy variados por diferentes motivos:
- Se añade un componente (omega 3, jalea real, calcio, etc.)
- Se elimina un componente (la grasa de la leche desnatada, el gluten, la sal, etc.)
- Se sustituye un componente por otro (azúcar por edulcorante, grasa por proteínas, etc.)
- Se aumenta la concentración de un componente (alimentos enriquecidos con vitaminas, calcio o hierro)
- Se altera la biodisponibilidad de algún componente, para que ésta mejore (yogures con esteroles vegetales)
No os perdáis nuestros próximos artículos en los que desarrollaremos más extensamente los principales alimentos funcionales, cómo consumirlos y sus beneficios y propiedades.