By: FarmaciaSC | Tags: baño, digestion, verano | Comments:
0 | julio 9th, 2015
Es un caluroso y soleado día de verano. Acabamos de pegarnos una buena comilona en familia y descansamos en la playa sobre las toallas a la sombra. De repente, uno de nosotros mira hacia al mar, da un brinco y dice: “¿Quién se da un chapuzón conmigo?” Al instante hermanos primos y amigos, se ponen en pie en dirección al agua cuando se oye un grito procedente de un adulto: “¡Ni se os ocurra! ¡Se os va a cortar la digestión!”
Todos recordaremos situaciones similares en nuestra infancia pero, ¿es cierto el mito del corte de digestión que lleva en ocasiones a ahogarse y morir? Pues en parte sí y en parte no. Lo que ocurre cuando una persona muere cuando se sumerge de repente en agua fría después de comer es un fenómeno llamado HIDDROCUCIÓN, o “muerte por inmersión en un líquido antes de que este pase a los pulmones”. Es decir que la causa de la muerte no es el ahogamiento, sino una serie de acontecimientos que suceden al entrar en contacto la piel caliente y el agua fría.
La digestión es un fenómeno fisiológico en el que los alimentos ingeridos van transformándose en sustancias más sencillas para ser absorbidas. Cuando se está en plena digestión, el aparato digestivo está recibiendo un aporte extra de sangre para realizar su trabajo. Es decir, que estar haciendo la digestión predispone a sufrir una hidrocución con mayor facilidad, pues hay más sangre en territorio digestivo y menos en otros órganos como el cerebro. Otro factor que favorece la hidrocución es el calor ambiental extremo. A mayor diferencia entre la persona y el agua, mayor peligro.
Lo más prudente para evitar una hidrocución es no comer en exceso y esperar un tiempo para digerir la comida antes de bañarse. Después, lo adecuado es sumergirse poco a poco, para así ir acostumbrándonos a la nueva temperatura del agua.
