INSUFICIENCIA VENOSA Y MEDIAS DE COMPRESIÓN

By: | Tags: | Comments: 0 | septiembre 23rd, 2015

La insuficiencia venosa crónica (IVC) es un problema de salud que se debe a un mal funcionamiento del sistema circulatorio. Se trata de una patología que afecta a un 20-30% de la población adulta, y es 5 veces más frecuente en mujeres.

Las paredes de las venas de las piernas contienen unas válvulas diminutas que impulsan la sangre hasta el corazón. Pero si pierden elasticidad y se deforman, estas válvulas no cierran bien, y la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las venas, provocando que aumenten de tamaño y se formen las varices.

Esto se traduce en síntomas como pesadez e hinchazón de las piernas (edemas), que empeoran cuando se está de pie o con el calor. También pueden causar dolor y picor, cansancio, hormigueo, y calambres nocturnos.

Las medias de compresión tienen un efecto preventivo y terapéutico que ayuda en gran medida a que la circulación sanguínea en las piernas mejore. Según señala la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), hay muchas personas que todavía no las usan y podrían obtener los beneficios que aportan sobre la salud vascular. Las situaciones ante las que el uso de la terapia con medias de compresión es recomendable son: varices y arañas vasculares, tras intervenciones quirúrgicas venosas, en escleroterapia, ante edemas y alteraciones varicosas durante el embarazo, o por actividad profesional. Las medidas de compresión también pueden emplearse como medida de prevención de trombosis y úlceras.

Además, pueden beneficiarse de ellas las personas que por su actividad profesional pasan mucho tiempo de pie o sentadas, poseen antecedentes familiares, retienen líquidos, realizan habitualmente viajes en avión o tienen un estilo de vida sedentario, sobrepeso u obesidad.

Las medias de compresión tienen un doble efecto preventivo y terapéutico. Su mecanismo de acción consiste en la aplicación de presión externa sobre determinados puntos de las piernas y de manera decreciente hacia arriba, para favorecer que la sangre ascienda hasta el corazón. También comprimen las venas, evitando que éstas continúen dilatándose y almacenando sangre en su interior.

TIPOS DE COMPRESIÓN

Existen medias con diferentes niveles de compresión dependiendo de la fase que presente la enfermedad y la actividad del paciente:

  1. Compresión ligera y normal. Para mejorar la circulación de las piernas cansadas, prevención de varices, mujeres embarazadas, cuando ya se presentan pequeñas arañitas varicosas, cuando existe dolor y cansancio severo en las piernas, cuando ya aparecen varices, y para cuando se deben cubrir extensas jornadas de pie o sentado o realizar viajes largos.
  2. Compresión fuerte. Para tratar enfermedades venosas más graves y complicaciones. En este caso, es importante consultar con un médico.

TIPOS DE MEDIAS

Según la patología, la altura de la pierna en la que se localicen los síntomas y las preferencias a la hora de vestir, se recomienda utilizar prendas más o menos largas:

  1. Media corta o calcetín. Alcanza hasta debajo de la rodilla. Son las medias más fáciles de llevar y adaptar.
  2. Media larga. Alcanza hasta la mitad del muslo. Se sostiene con bandas de silicona y permite llevar vestidos o faldas con comodidad. Además, resulta muy adecuada para embarazadas o personas con algún problema de incontinencia. Existe una versión especial para caballeros.
  3. Media entera o panty. Alcanza hasta la cintura. Son la opción clásica para personas que prefieren llevar vestidos o faldas, especialmente si son cortas. Aporta una mayor sensación de sujeción en la zona abdominal. Además de la versión clásica, hay opciones para caballero o embarazada.

CÓMO UTILIZAR LAS MEDIAS DE COMPRESIÓN CORRECTAMENTE

Antes de comenzar a usar las medias, hay que estar seguros de comprar la talla que se ajusta a las necesidades y características físicas de cada persona. Para ello, es necesario acudir a la farmacia, y allí nos tomarán las medidas de tobillo y gemelo. Una talla correcta garantiza que se trate y prevenga el problema circulatorio de forma adecuada.

Las medias han de colocarse tras la higiene diaria, antes de vestirse. Lo ideal es hacerlo tumbado o sentado en la cama. Además, por sus características especiales, se ponen de una manera concreta que facilita la operación y evita las dificultades:

  1. Dar la vuelta a la prenda y dejar la zona del pie hacia adentro.
  2. Insertar el pie e ir desenrollando la media sobre la pierna. Una vez pasada la zona del talón con un pequeño tironcito, continuar desenrollándola.
  3. Repartir bien el tejido sobre la pierna para evitar arrugas y pliegues.
  4. En caso de usar un panty, es mejor meter primero una pierna hasta la rodilla y luego la otra. A continuación, seguir subiendo la prenda hasta la cintura.

ALGUNOS TRUCOS

Para evitar roturas usa unos guantes de goma, como los de cocina, para colocarlas.

Para mejorar la adherencia de la silicona humedece ligeramente la banda.

Si te aplicas crema hidratante tras la ducha, deja que se absorba antes de colocar la media.

En los meses de calor es tentador dejar de ponerse las medias, a pesar de que es cuando más se necesitan. Por ello, se recomienda realizar algunos ajustes que facilitan el uso cotidiano: si eres usuaria de pantys, pásate a la media larga o corta; y si eres usuaria de compresión normal, pásate a la ligera. Lo importante es no renunciar a la terapia y la prevención.

En personas con dificultades para ponerse las medias (por la edad o durante el embarazo) o si tienes a tu cargo a una persona mayor que no puede ponérselas sola, una buena opción es utilizar un deslizador de medias.