EL SOL Y LA FOTOPROTECCION (I)
EL SOL
El sol, como fuente de vida natural en nuestro planeta, tiene beneficios para nuestra salud que no debemos despreciar, y que van más allá del simple acto estético (siguiendo modas) de broncearse:
- Nos brinda calor y energía.
- Es necesario para la síntesis de la vitamina D, tan importante para la mineralización de nuestros huesos y dientes.
- Es un antidepresivo natural, pues estimula la producción de serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar y que también ayuda a regular el sueño y hasta la conducta sexual.
- Los rayos ultravioleta regulan la producción de melatonina reduciendo sus niveles, lo que ayuda a sentirse más despierto.
- Estimula nuestro sistema inmunológico aumentando la producción de glóbulos blancos.
- Favorece el metabolismo del colesterol haciendo que éste disminuya.
- Ayuda a prevenir y mejorar el acné y la psoriasis (ojo si estás con tratamiento, consulta a tu médico o farmacéutico)
- Disminuye la presión arterial debido a la vasodilatación superficial generalizada que produce (¡cuidado los hipotensos con las lipotimias!)
Pero para disfrutar de todas sus cualidades debemos aprender a protegernos de sus daños. Por ejemplo, un bronceado intenso es un signo de daño que repercute en el envejecimiento cutáneo y además se va acumulando en nuestra a piel a lo largo de los años, pudiendo derivar en otras patologías más graves como la queratosis actínica o el cáncer de piel.
LAS RADIACIONES SOLARES
El sol emite diversas radiaciones:
- RADIACIONES ULTRAVIOLETA, que pueden ser de 3 tipos:
- Las B (UVB). Son las de mayor energía. Penetran poco en la piel, pero producen enrojecimiento y son las responsables de la pigmentación de la piel (el verdadero bronceado) y del cáncer cutáneo no melanoma.
- Las A (UVA), que poseen menos energía pero penetran en las capas más profundas de la piel. Provocan efectos a largo plazo, como fotoenvejecimiento, fotosensibilización y melanoma.
- Las C (UVC). Son filtradas por la capa de ozono, y por tanto, no deberían alcanzar la tierra. Pero actualmente, debido a la fragilidad de la capa de ozono, parte de esta radiación podría llegar a la superficie terrestre pudiendo incrementar los efectos nocivos de la A y la B.
- RADIACIONES INFRARROJAS (IR), que tienen un escaso poder de penetración en la piel, pero provocan sensación de calor, elevan la temperatura corporal, producen enrojecimiento cutáneo y posiblemente potencien los efectos negativos de las UVA y UVB.
FOTOPROTECTORES: LOS FILTROS SOLARES
Los fotoprotectores, son un tipo especial de productos cosméticos que sirven para prevenir los efectos dañinos del sol, ayudados por una exposición adecuada regida por el sentido común. Estos productos contienen ciertas sustancias llamadas “filtros solares” que pueden ser:
1.FILTROS FÍSICOS: Son sustancias inorgánicas de origen mineral que actúan a modo de pantalla, reflejando las radiaciones solares y reduciendo por tanto sus efectos nocivos. Actúan como barreras físicas que reflejan y dispersan las radiaciones solares. No irritan ni sensibilizan y son la primera elección para pacientes con piel sensible. Su desventaja es que son densos y dan un aspecto blanquecino a la piel, manchan la ropa y no son ideales para pieles grasas. Pero actualmente se emplean micronizados o combinados con pigmentos absorbentes que los hacen más transparentes. Ejemplos: óxido de titanio, óxido de zinc.
2. FILTROS QUÍMICOS: Son sustancias orgánicas capaces de absorber la radiación ultravioleta y modificarla para minimizar sus efectos perjudiciales sobre la piel. Este tipo de filtros presentan una textura mucho más fresca y ligera, lo que los hace ideales para las pieles grasas, y al penetrar en la piel la protegen durante períodos de tiempo mucho mayores, pero por contra, dado que son absorbidos, no son bien tolerados por todas las pieles y presentan un mayor índice de alergias. Ejemplos: PABA, dibenzotriazol, etc.
*Actualmente, dado que los dos tipos de filtros presentan pros y contras, la mayoría de los productos solares presentan en su formulación una combinación de ambos para ofrecer una protección solar de amplio espectro y con un mínimo riesgo de alergias.
3.FILTROS BIOLÓGICOS: Técnicamente los filtros biológicos no son filtros solares como tal, sino que son agentes antioxidantes que actúan en sinergia con los filtros de la fórmula evitando la formación de radicales libres y potenciando el sistema inmunológico de la piel. Los más utilizados son las vitaminas A, B5, C y E. Estas dos últimas son de vital importancia ya que aplicadas sobre la piel aportan una potente acción frente a los radicales libres ralentizando el envejecimiento cutáneo. También sustancias naturales como el extracto de la planta Polypodium leucotomos, rica en polifenoles, los ácidos grasos omega 3, los polifenoles del té verde o los betacarotenos, tienen propiedades antioxidantes. También hay fotoprotectores que incorporan enzimas reparadores del ADN (fotoliasa por ejemplo).
Es decir, que los filtros biológicos, por si mismos no bloquean la radiación solar si no que actúan contrarrestando la acción nociva del sol actuando en sinergia con el resto de filtros.
| FILTRO FÍSICO | FILTRO QUÍMICO | |
| Origen | Inorgánico (mineral) | Orgánico (sintético) |
| Solubilidad | Insoluble | Soluble |
| Mecanismo de acción | Refleja radiaciones | Absorbe radiaciones |
| Resistencia al agua | Alta | Baja |
| Toxicidad | Inocuo | Riesgo de absorción |
FUENTES
1. Fotoprotección y dermatosis, Azcona L. Offarm Vol. 19; Num. 7; Julio-Agosto, 2005.
2. Factor de protección solar, Offarm Vol. 24; Num. 6; Junio, 2005.
3. Decálogo de la fotoprotección 2016. En: http://www.portalfarma.com/Profesionales/campanaspf/categorias/Paginas/Decalogo-de-Fotoproteccion-2016.aspx
4. Nueva Clasificación SPF Productos Europeos. Límite Superior. Recomendación COLIPA 2002. Archiv. Dermatolog. Argentina, 56: 167-168, 2006.
5. Fotoprotección. Gilaberte Y., Coscojuela C., Sáenz de Santamaría MC., González S. Actas Dermo-Siliográficas Vol 94. Núm 5. Junio 2003.
Autora: Yolanda Linares Ordás. Grado en Enfermería.