EL SOL Y LA FOTOPROTECCIÓN (II)
EL FACTOR DE PROTECCIÓN UVB O “SPF”
Cuando hablamos de IP (Índice de Protección), FPS (Factor de Protección Solar), o SPF (Sun Protection Factor), nos referimos a lo mismo. Habitualmente en los envases de los productos solares suelen venir las siglas SPF del inglés, acompañadas de un número. Pero, ¿qué significa esto?:
- Pues este número indica el tiempo que se puede permanecer al sol con la piel protegida en comparación con la piel sin protección hasta la aparición de enrojecimiento.
- Pero ¡CUIDADO!, mucha gente cree que es el tiempo que puede estar expuesta al sol antes de volver a aplicarse el solar. Pero en realidad indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural del cuerpo frente al enrojecimiento previo a la quemadura. Es decir, un SPF 30 nos indica que nuestro nivel de protección frente a un riesgo de quemadura es 30 veces superior que si no estuviéramos utilizando un fotoprotector.
- Importante aclarar que el SPF actúa SÓLO frente a los UVB, no frente a los UVA.
CÓMO SE DETERMINA EL SPF
Existen varios métodos de determinación del SPF, como el de la FDA (EEUU), el SAA (australiano), etc.
En el año 1994, la Agrupación Europea de Fabricantes de Productos de Cosmética y Perfumería (COLIPA), realizó una serie de test biológicos “in vivo” realizados en laboratorio con voluntarios humanos. El objetivo era unificar criterios para todos los países de la Unión Europea respecto al etiquetado del SPF de los solares. De ahí el nombre de “Método COLIPA”, aceptado por prácticamente todos los fabricantes de productos solares, aunque NO es de aplicación obligatoria. Según COLIPA, y tras varios estudios de verificación, desde 1997 el SPF clasifica la fotoprotección en:
CLASIFICACIÓN COLIPA DE SPF (PARA UVB) | |
TIPO DE PROTECCIÓN | SPF |
Baja | 2-4-6 |
Media | 8-10-12 |
Alta | 15-20-25 |
Muy alta | 30-40-50 |
Ultra | 50+ (SPF ≥60) |
Dicho esto, conviene aclarar algunas controversias:
1ª El límite de 50+ (lo que equivale a un SPF ≥ a 60), fue establecido para minimizar una escalada numérica interminable de SPF, una guerra de números (2, 4, 6, 8, 15, 25, 30…) innecesaria y confusa así como evitar una falsa sensación de seguridad al exponerse excesivamente al sol simplemente por usar SPF altos.
2ª Cuanto mayor es el SPF menor es la cantidad de radiación UVB que llega a nuestra piel, pero no sigue una relación lineal. Un SPF de 50 no protege el doble que uno de 25. En realidad, lo que protege aproximadamente cada SPF es:
- SPF 2: Bloquea el 50% de los UVB
- SPF 4: Bloquea el 75%
- SPF 15: Bloquea el 93,33%
- SPF 20: Bloque al el 95%
- SPF 30: Bloquea el 96,67%
- SPF 50: Bloquea el 97,75%
- SPF 60: Bloquea el 98,33%
- SPF 100: Bloquea el 99%
3ª Aunque el eritema es una forma sencilla y no invasiva de medir la eficacia de los fotoprotectores, no está claro si el FPS predice de forma adecuada la capacidad de un fotoprotector de prevenir otros efectos adversos de las radiaciones UVB diferentes del eritema.
4ª El hecho de que un producto no siga las recomendaciones de COLIPA, no significa que sea ni mejor ni peor. Existen fotoprotectores muy buenos como Heliocare Ultra 90, que siguiendo a COLIPA vendría etiquetado 50+ (SPF ≥60). La capacidad para bloquear los rayos UVB es poco mayor en porcentaje, pero la marca no nos está engañando por etiquetar como 90 su SPF (bloquearía un 98,6% de los UVB)
5ª Tampoco nos engañan casas como Isdin, que en cremas especiales para prevenir manchas, evitar alergias, la queratosis actínica o el fotoenvejecimiento, utilizan filtros solares con SPF 100 e incluso SPF 100+. Estos productos no vienen etiquetados como “fotoprotectores” y no tienen por qué regirse por COLIPA. Los filtros solares son correctos, y unos de los mejores activos en este tipo de cosméticos que no son específicamente “solares”. Sólo hay que tener en cuenta que no están preparados para situaciones extremas (playa o nieve) ¿Por qué? Porque no sólo el SPF influye en su composición; los fotoprotectores solares específicos reúnen unas características especiales de fricción con la arena, resistencia al agua, etc.
6ª El término PANTALLA TOTAL o “Sun Block” no debe utilizarse, pues no existe una garantía de protección total frente a las radiaciones.
EL FACTOR DE PROTECCIÓN UVA
Para valorar los índices de protección frente a la radiación UVA no existe de momento un método de evaluación estándar que unifique criterios en los diferentes países. Existen métodos «in vivo», basados en el oscurecimiento inmediato del pigmento (IPD), o en el oscurecimiento persistente del pigmento (PPD); otros basados en el factor de protección de fototoxicidad (FPF) y otros «in vitro» basados en la capacidad de transmisibilidad de la radiación sobre el producto (DIFFEY) ¿Vaya lío verdad? Pero todos estos índices se traducen en el etiquetado del fotoprotector señalando UVA rodeado de un círculo. Si no lo encontráis no os lo recomendamos, ya que os va a proteger de las quemaduras pero no va a evitar el fotoenvejecimiento.
EL FACTOR DE PROTECCIÓN IR
Hasta ahora no existen métodos oficiales para evaluar este índice de protección, si bien existen estudios independientes realizados por diversos laboratorios, que han incorporado en sus productos tecnologías patentadas que protegen frente a la radiación IR.
LA PROTECCIÓN SOLAR ORAL O SISTÉMICA
Al ser ingeridos, protegen desde “el interior” la totalidad de la piel, y no están sujetos a la adecuada forma de aplicación, o a su eliminación por el sudor o el agua. Tampoco dependen de reaplicaciones, pero tienen la desventaja de que son menos potentes que los fotoprotectores tópicos. Por ello podemos considerarlos como una ayuda adicional a las cremas solares. Los más utilizados son:
- Beta-carotenos. Tienen propiedades antioxidantes y disminuyen la fotosensibilidad, pero su eficacia en la prevención del cáncer de piel no está clara.
- Polypodium leucotomos. El extracto de esta planta es rico en polifenoles, reduciendo el eritema y la formación de manchas inducidas por los UVA.
- Vitaminas C, E, B3. Vitaminas con acción antioxidante que protegen del eritema.
- Polifenoles del té verde. Han demostrado ser efectivos en animales en experimentación, reduciendo los tumores cutáneos, por sus propiedades antioxidantes, inmunoprotectoras y reparadoras del ADN.
- Ácidos grasos omega 3. Disminuyen la incidencia de quemaduras solares.
- Zinc, selenio, cobre. Protegen frente al daño oxidativo.
- Luteína. Es un pigmento que pertenece al grupo de los carotenoides y que protege el ojo de las radiaciones ultravioleta del sol (sin olvidar por ello el uso de gafas homologadas).
- Licopeno. Es otro carotenoide que se encuentra principalmente en el tomate y que posee efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
CONSEJOS PARA EXPONERSE AL SOL
Consideramos muy apropiado el Decálogo de Fotoprotección 2016 elaborado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), que transcribimos literalmente:
- Usa fotoprotección y ropa adecuada durante las actividades al aire libre. También en los días nublados.
- Evita exponer al sol a los niños menores de 3 años.
- Consulta a tu farmacéutico: te ayudará a seleccionar el fotoprotector más adecuado.
- Aplica el fotoprotector 30 minutos antes de exponerte al sol. Repite la aplicación periódicamente (sobre todo si sudas, te bañas, o han pasado 2 horas).
- Protege tus ojos con gafas homologadas.
- Evita exponerte al sol en las horas centrales del día. En la península: de 12 a 16 horas.
- Algunos medicamentos aumentan la sensibilidad al sol: consulta en tu farmacia.
- Hidrata tu piel después de la exposición al sol (Y nosotros añadimos que te mantengas hidratado bebiendo agua o líquidos claros antes, durante y después de tomar el sol)
- No reutilices el fotoprotector de un año para otro, pues una vez abierto pierde su eficacia.
- El color de tus ojos, pelo y piel, determinan lo que se llama “fototipo”. Es importante saber el tuyo a la hora de exponerte al sol y de saber qué fotoprotector utilizar. Te aconsejamos consultar el siguiente enlace para saber más sobre la clasificación de los fototipos: http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=13074483&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=4&ty=165&accion=L&origen=zonadelectura&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=4v24n05a13074483pdf001.pdf
FUENTES
- Fotoprotección y dermatosis, Azcona l: Offarm Vol. 19; Num. 7; Julio-Agosto, 2005.
- Factor de protección solar, Offarm Vol. 24; Num. 6; Junio, 2005.
- Decálogo de la fotoprotección 2016. En: http://www.portalfarma.com/Profesionales/campanaspf/categorias/Paginas/Decalogo-de-Fotoproteccion-2016.aspx
- Nueva Clasificación SPF Productos Europeos. Límite Superior. Recomendación COLIPA 2002. Archiv. Dermatolog. Argentina, 56: 167-168, 2006.
- Fotoprotección. Gilaberte Y., Coscojuela C., Sáenz de Santamaría MC., González S. Actas Dermo-Siliográficas Vol. 94. Núm. 5. Junio 2003.
- Guía de protección solar. Recomendaciones para comprender el etiquetado de los fotoprotectores y elegir el producto adecuado. En: http://www.portalfarma.com/Profesionales/campaspf/categorias/Documents/20_guia_solar.pdf